domingo, 4 de noviembre de 2007

La Insoportable Levedad del Ser y la Primavera de Praga

Independiente del triangulo amoroso de la película muy recomendable por cierto; me gustaron algunas cosas entre ellas obviamente el ambiente político de la Checoslovaquia de aquella primavera de 1968.

En especial me gusto la escena cuando Tomas, el doctor mujeriego, argumenta sobre la culpa y la responsabilidad. El argumento es contra los lideres comunistas de su país, que cedieron el poder a los Soviéticos aun conociendo la violencia ejercida en la URSS, algunos de ellos alegaron no saber sobre las crueldades cometidas y ser, por lo tanto, inocentes. Compara dicha situación con el Edipo de Sófocles y dice: “Edipo no sabia que dormía con su propia madre y, sin embargo, cuando comprendió de qué se trataba, no se sintió inocente. Fue incapaz de soportar la visión de lo que había causado con su desconocimiento, se perforó los ojos y se marchó de Tebas ciego”.

Capaz y los socialistas de todo el mundo si se sacaron los ojos por eso no vieron la caída del Muro de Berlin, el fin de la URSS; la bestialidad de Pol Pot, la hambruna china. Y siguen sin ver la miserable situación norcoreana, el "paraíso" cubano, el desastre en Zimbabwe y demás horrores colectivistas. Increíble que después de tanto desastre y decenas de millones de muertos haya algunos que se atrevan a predicar el socialismo del siglo XXI.

Algo de historia sobre aquella primavera; la historia verdadera de un socialista "con rostro humano", extracto tomado desde Revista Digital Consenso (Cuba)

La Primavera de Dubcek

Alexander Dubcek, hijo de una familia eslovaca de profundas ideas comunistas, ingresó en 1938 en el Partido Comunista, luchó en la clandestinidad contra la ocupación nazi y tras el fin de la guerra inició su carrera en el aparato del Partido. Fue nombrado miembro del Comité Central en 1962. La desestalinización llevó a que la política del entonces Secretario del Partido, Novotny fuera crecientemente criticada dentro de las filas comunistas.


En octubre de 1968 Dubcek y sus seguidores criticaron abiertamente la política de la dirección del Partido, desencadenando una crisis interna que culminó con el nombramiento de Dubcek como Secretario General, el 5 de enero de 1968. Dubcek fue el primer eslovaco que accedía al poder en Praga. Junto a una serie de medidas de reconocimiento de la nacionalidad eslovaca, el gobierno emprendió una serie de actuaciones liberalizadoras y se levantó la censura de prensa el 5 de marzo. El siguiente paso vino en abril del propio año, cuando el Comité Central aprobó el denominado Plan de Acción que sintetizaba las aspiraciones de la mayoría.

Desde su nueva posición Dubcek lanzó un programa de reformas que dio lugar a la llamada Primavera de Praga (marzo-agosto de 1968). Su política de liberalización buscaba lo que él denominó Socialismo con rostro humano. Sus reformas y la euforia popular que causaron estupor y profunda preocupación entre los dirigentes de las Democracias Populares y del Kremlin. En un primer momento la URSS, presidida por Brezhnev, no hizo nada, pero la presión ejercida por las direcciones de las naciones aliadas de Europa del Este y la preocupación de la Dirección Soviética por el curso de los acontecimientos provocaron un cambio de actitud.

Dubcek trató por todos los medios de dejar clara su fidelidad al Pacto de Varsovia y a la URSS, a la vez que defendía que las reformas eran un asunto interno de Checoslovaquia.

Las principales reformas planteadas por Dubcek y sus seguidores fueron:

  • Industria descentralizada.
  • Fábricas administradas por consejos de trabajadores.
  • Cooperativas agrícolas independientes.
  • Poder para los sindicatos obreros.
  • Libertad de expresión y de prensa.
  • Mayor comercio con occidente.
  • Libertad para viajar.
  • Apertura de la frontera con Alemania.

El gobierno de Alemania Democrática apremió para que se actuara sin demora. El 21 de agosto de 1968, pusieron fin al proceso de reformas. Tropas del Pacto de Varsovia, invadieron Checoslovaquia. La apesadumbrada población apenas ofreció resistencia, teniendo en cuenta la experiencia de Budapest en 1956. El gobierno decidió no resistir. El pueblo checoslovaco, que en su gran mayoría, había apoyado el proceso de reformas, vio a Dubcek dar un discurso el 27 de agosto, en el que confesaba entre lágrimas que se había perdido la mayor parte de lo conquistado en la Primavera de Praga. Finalmente, en abril de 1969, Alexander Dubcek fue sustituido por Gustav Husak y enviado como agente forestal a un apartado lugar de su natal Eslovaquia.

Podemos destacar a Dubcek como un luchador contra el totalitarismo comunista. Pasarían casi 20 años para que finalmente caiga el comunismo y el país se libere. Dubcek es nombrado como presidente del parlamento en la llamada Revolución de Terciopelo.

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