sábado, 28 de marzo de 2009

28 de marzo: La Hora de la Tierra: Novelería Politicamente Correcta

Hoy día se conmemoró "La hora de la tierra", un día muy especial para los seguidores de la Secta del Calentamiento Global y también para todos aquellos que se dejan llevar por lo políticamente correcto. Entre las 20:30 y 21:30 del 28 de marzo muchos se sentirán bien por hacer algo por el planeta, el resto de días seguirán viviendo tal y como lo venían haciendo, llevando su auto al trabajo, viendo televisión hasta altas horas de la noche y consumiendo cuanta energía les sea posible.


Por los terribles fríos que tuvimos que soportar el año pasado veo algo de moderación; ya no lo llaman directamente "calentamiento global" sino "cambio climático. De todas formas el CO2 provocado por las industrias "capitalistas neoliberales" sigue siendo el responsable de todo el frío, calor, huracanes, sismos, sequías y cualquier otro desastre que la tierra soporta. Las políticas estatales absurdas como subsidios a los combustibles provocando más consumo y por ende más contaminación de seguro no tienen nada que ver, otro ejemplo son los subsidios a los "ecológicos" biocombustibles que por poco provocan una hambruna generalizada el año pasado por la escalada de los precios. Como siempre todo lo que viene de los políticos es es bueno y bien intencionado, si viene del sector privado solo puede ser motivado por el maldito lucro
.

Solo con ver a hipocresía de ciertos famosillos que apoyan este tipo de eventos, ya podemos ir sospechando. Vamos con unos ejemplos de estos defensores de la tierra:

Al Gore
El multimillonario Al Gore, no crean que vive en una caverna sin luz y con letrina sino en un a mansión. El señor nada y nada menos ostentaba el record de consumo energético en su lujoso barrio. No viaja en transporte publico, ni siquiera la primera clase en un avión es suficiente para el, prefiere el jet propio. Ya lo sé, lo hace por el bien de todos nosotros.

No podían faltar los "artistas" en su mayoría progres o seres politicamente correctos; casi todos ellos que viajan en jet privado y tienen un estilo de vida que definitivamente deja una huella ecológica inmensamente más grande que cualquier otro mortal, seguimos con los ejemplos:

Madonna, la reina del pop se le calcula una huella ecológica de 1070 toneladas, solo por comparar el británico promedio tiene una huella ecológica de 10 toneladas. Tener muchas mansiones y viajar a todo lado en jet privado parece ser una constante en estos seres ecológicos.

John Travolta, dueño de 5 jets privados nos sermonea sobre el calentamiento global.


La Sheryl Crow que ruega que solo usemos un cuadrado de papel higiénico por cada visita al baño, en sus giras usa 3 trailers, 4 buses y 6 autos. Barbara Streisand que promueve ideas ecológicas inclusive en su web personal, en el backstage de cada concierto solicita 120 toallas.

¿Que Tal estos Hipócritas? De mi lado en mi casa todas las luces prendidas.

domingo, 22 de marzo de 2009

Como funcionan los sistemas impositivos progresivos

Vía: El Opinador Compulsivo

Suponga que todos los días 10 señores se reúnen en un bar para charlar y tomar cerveza. La cuenta total de los diez señores es de $100. Si ellos pagasen la cuenta de la manera proporcional en que se pagan los impuestos en sistemas progresivos, la cosa sería más o menos así, de acuerdo con la escala de riqueza e ingresos de cada uno:

Los primeros 4 señores (los más pobres) no pagan nada.
El 5º paga $1.
El 6º paga $3.
El 7º paga $7.
El 8º paga $12.
El 9º paga $18.
El 10º (el más rico) paga $59.

Entonces, eso es lo que decidieron que harían en adelante, todos se divertían, y estaban de acuerdo con el acuerdo entre ellos. Hasta que un día, el dueño del bar los metió en un problema:

“Ya que ustedes son tan buenos clientes,” les dijo, “Les voy a reducir el costo de sus cervezas diarias en $20. Los tragos desde ahora costarán $80.”

El grupo quiso, sin embargo, seguir pagando la cuenta en la misma proporción que lo hacían antes, de modo que los cuatro primeros siguieron bebiendo gratis. La rebaja no les afectaba en absoluto. ¿Pero qué pasa con los otros seis bebedores, los que realmente pagan la cuenta? ¿Cómo debía dividir los $20 de rebaja de manera que cada uno recibiese una porción justa?

Calcularon que los $20 divididos en 6 eran $3,33. Pero si restaban eso de la porción de cada uno, entonces el 5º y 6º señor estarían cobrando para tomar, ya que el 5º pagaba antes $1 y el 6º $3. Entonces el barman sugirió que sería justo reducir la cuenta de cada uno por aproximadamente la misma proporción, y procedió a calcular la cantidad que cada uno debería pagar.

El 5º bebedor, lo mismo que los cuatro primeros, no pagaría nada (100% de ahorro).
El 6º pagaría ahora $2 en lugar de $3 (se ahorra 33%)
El 7º pagaría $5 en lugar de $7 (se ahorra 28%).
El 8º pagaría $9 en lugar de $12 (se ahorra 25%).
El 9º pagaría $14 en lugar de $18 (se ahorra 22%).
El 10º pagaría $49 en lugar de $59 (se ahorra 16%).

Cada uno de los seis pagadores estaba ahora en una situación mejor que antes. Y los primeros cuatros bebedores seguirían bebiendo gratis, y un quinto también. Pero, una vez fuera del bar, comenzaron a comparar lo que estaban ahorrando.

“Yo sólo recibí un peso de los $20 ahorrados,” dijo el 6º señor. Señaló al 10º bebedor y dijo: “Pero él recibió $10!”

“Sí, es correcto,” dijo el 5º señor. “Yo también sólo ahorré $1. Es injusto que él reciba diez veces más que yo.”

“Es verdad!!,” , exclamó el 7º señor. “¿Por qué recibe él $10 de rebaja cuando yo recibo nada más que $2? Los ricos siempre reciben los mayores beneficios!”

“Un momento!”, gritaron los cuatro primeros al mismo tiempo. “Nosotros no hemos recibido nada de nada. El sistema explota a los pobres!”

Los nueve señores rodearon al 10º y le dieron una paliza.

La noche siguiente el 10º señor no acudió a tomar, de modo que los nueve se sentaron y bebieron sus cervezas sin él. Pero a la hora de pagar la cuenta descubrieron algo inquietante:

Entre todos ellos no juntaban el dinero para pagar ni siquiera LA MITAD de la cuenta.

Y así es, amigos y amigas, periodistas y profesores universitarios, gremialistas y asalariados, profesionales y gente de la calle, la manera en que funcionan los sistemas progresivos. La gente que paga los impuestos más altos son los que se benefician más de una reducción de impuestos. Póngales impuestos muy altos, atáquenlos por ser ricos, y lo más probable es que no aparezcan nunca más. De hecho, es casi seguro que comenzarán a tomar en algún bar en el extranjero donde la atmósfera es algo más amigable.

Moraleja: El problema con el socialismo es que eventualmente uno termina quedándose sin el dinero de la otra gente.

Para quienes comprenden, no es necesaria una explicación.

Para quienes no comprendieron, no hay explicación posible.

domingo, 15 de marzo de 2009

Fascinados con el Fascismo

La popularidad de Rafael Correa a pesar de la alarmante tasa de desempleo/subempleo (60%) solo nos demuestra una vez más que el fascismo es una forma bastante popular de gobierno. Perón, Mussolini y Hitler gozaron de altos índices de popularidad en su tiempo. Los "progre-fascistas" latinos como Chávez, Correa y Morales no son la excepción.

El fascismo es corporativista, mercantilista, populista, nacionalista, militarista, anti-liberal, patriarcal y anti-racionalista. Apela a un supuesto pasado glorioso: en nuestro caso "LA PATRIA VUELVE" es una mezcolanza alfarista-indigenista-bolivariana; en la Italia de Mussolini el Imperio Romano y en la Alemania de Hitler la gran nación germana.



Aspectos de la economía y política nazi fueron: el control de salarios y precios, seguridad social para todos, sanidad y educación gratuita, los derechos de la naturaleza, control de armas, protección a la industria nacional, obra pública y el apoyo al "arte" nacional. Suenan conocidos verdad?

Comunismo y fascismo:

Roderick T. Long indica en 2 cortos párrafos las básicas diferencias entre estas ideologías hermanas:

Primero, donde el comunismo pretende sustituir la propiedad privada por estatal, el fascismo pretende incorporar o cooptar la propiedad privada dentro del aparato estatal a través de una alianza público-privada. El fascismo tiende a ser más tentador que el comunismo para los intereses de los ricos quienes pueden verlo como un medio para aislar su poder económico de la competencia a través de un proceso de cartelización forzosa y otras estratagemas corporativistas.


Segundo, donde el comunismo tiende a ser cosmopolita e internacionalista, la ideología fascista tiende a ser chauvinísticamente nacionalista, acentuando la lealtad particularista hacia el país, la cultura o la etnia de cada uno; a esto se le une la desconfianza hacia el racionalismo, una preferencia económica por la autarquía, y una visión de la vida como una inevitable pero gloriosa batalla. El fascismo también tiene a cultivar un ser humano gregario o völkish, la retórica de "el hombre del pueblo", "el pragmatismo por encima de los principios", "el corazón por encima de la cabeza", "no prestes atención esos intelectuales cabezas de chorlito"...

Al parecer a la gente le fascina que le diriga un populachero que constantemente le bombardee con propaganda de los "éxitos" de su gobierno y de todos los complots que se arman en su contra. Con respecto a esto último no se pierdan el post de Juan Montalvo comparando al nazi Goebbels con Vinicio Alvarado. Imperdible.

viernes, 13 de marzo de 2009

Capitalismo Salvaje


Hay quienes aseguran que la crisis actual representa el fin del capitalismo salvaje. Aunque no explican con claridad en qué consiste dicho espécimen, parece que se trata de un sistema en el que las empresas hacen lo que quieren sin ningún tipo de control, el Estado está reducido a su mínima expresión, y los menos afortunados son cruelmente abandonados a su suerte. Y por razones que no entiendo muy bien, se afirma que ese es el capitalismo de Estados Unidos.

Mi posición es que así como Keynes es el resucitado que nunca murió, el capitalismo salvaje es el muerto que nunca vivió.

Comencemos con las empresas que operan sin Dios ni ley, sin controles, normas, impuestos y demás. Resulta que, entre los países de la OCDE, Estados Unidos, con una tasa corporativa de impuesto de 39.25% sólo es superado por Japón con 39.54%. El promedio de la OCDE en 2007 fue 27.6%, con clara tendencia a la baja. Mal comienzo para los salvajes.

La tasa promedio de ganancia de largo plazo del conjunto de todos los sectores económicos de EU es de 7.3% de las ventas. No es despreciable, pero nada tiene de salvaje.

Vamos a las regulaciones, esas que apenas existen. Solamente las federales costaron a las empresas 1.16 trillones de dólares en 2007. Para las grandes, el costo fue de 5,300 dólares anuales por empleado, y para las pequeñas 7,600 por empleado. El costo regulatorio casi equivale al de las ganancias brutas de todas las compañías en 2005, que fue de 1.3 trillones.

El gobierno federal tiene un cuarto de millón de funcionarios dedicados a idear y hacer cumplir regulaciones. En 2004, el gobierno creó 78 mil páginas de nuevas reglas. El presupuesto federal para este tipo de actividades fue de 41 billones en 2006. Entre 2000 y 2006 creció 46% después del ajuste por inflación. Y hay quienes llaman a esto desregulación. Salvaje, por supuesto.

Lo anterior se refiere a las regulaciones federales. Si añadimos las estatales y las locales, la cosa se complica enormemente.

En cuanto a las leyes recientes, destaca la Sarbanes-Oxley, aprobada a raíz del desastre de Enron. La mayor parte de sus efectos son francamente negativos. Sólo señalaré uno de ellos. Resulta que cierta cantidad de ejecutivos han sido procesados y condenados, no por alterar libros o estafar, sino por anunciar de buena fe estimados que no se cumplieron. ¿Estarían los miembros del Ejecutivo y del Legislativo dispuestos a que se les aplicase la misma ley?

Pasemos al Estado que, según nos dicen, ha sido reducido a su mínima expresión o está a punto de extinguirse.

Me llama la atención que hay nada menos que 35 mil lobistas registrados en Washington, que se gastan 2,100 millones anuales. ¿Para qué quieren influir sobre el legislativo y el ejecutivo si estos no pintan nada? ¿Por qué no tratan de influir sobre los verdaderos dueños del país como Exxon, Microsoft, Wal-Mart, JP Morgan Chase y demás? Misterios insondables, aunque quizás no tanto.

Con un presupuesto federal de tres trillones anuales, las oportunidades de sacar tajada son casi ilimitadas. Por ejemplo, las compañías dedicadas a la generación alternativa de energía llevan más de treinta años cobrando jugosos subsidios, pero sólo producen el 1% de la electricidad del país.

El 30% de las tierras del país son propiedad federal y un 10% adicional de propiedad estatal. Incluso hay varios estados en los que el gobierno federal tiene la mayoría de las tierras. Por ejemplo, el 86% de Nevada, el 68% de Alaska, el 64% de Utah, el 63% de Idaho, y el 61% de California. Nada mal para un Estado en vías de extinción.

Ya que hablamos de tierras, conviene notar que, según la Endangered Species Act, el gobierno puede tomar una propiedad sin pagar al dueño compensación alguna.

Veamos ahora cómo les va a los pobres en esta temible jungla. ¿Cuán pobres son los pobres en EU? Parece que no tanto. El 43% de las familias pobres son propietarias de su vivienda, con tres habitaciones, dos baños, garage y patio. Estas viviendas son mucho más amplias que las de quienes no son pobres en Europa.

El 80% de las familias pobres tienen aire acondicionado. El 75% tienen al menos un auto, y el 31% dos o más. El 62% tienen televisión por cable o satélite.

El gasto federal por cabeza para los beneficiarios del welfare es de unos 15 mil dólares anuales, o 60 mil para una familia de cuatro. Como el gobierno es tan eficiente, casi el 75% se va en burocracia y procedimientos de los casi cien programas existentes.

¿Es esto capitalismo salvaje o estatismo salvaje? ¿Será que el estatismo no puede ser salvaje por definición? Tendré que consultar a Krugman.

domingo, 8 de marzo de 2009

De salvatajes y de náufragos

Por Alberto Benegas Lynch (h)

Dado que estamos inmersos en el período de la historia signado por “salvatajes” en Estados Unidos, en Europa y en Japón, es bueno tomar distancia y reflexionar sobre el sentido de tanto socorro y sobre sus inevitables consecuencias.

El origen de la crisis que padecemos se debe a la irresponsabilidad del aparato estatal con sus gigantescos gastos, endeudamientos desenfrenados, déficit astronómicos, empecinadas manipulaciones en la tasa de interés que hacen aparecer como rentables negocios que en verdad son antieconómicos, regulaciones asfixiantes en los mercados inmobiliarios y financieros, junto con un sistema absurdo de reserva fraccional dirigido por la banca central que pone a todos los bancos al borde del colapso cada vez que hay un cambio en la demanda de dinero.


En lugar de producir las reformas que conduzcan al saneamiento, ahora se amenaza con la “nacionalización” -más de lo mismo en cuanto a la irrupción del aparato estatal- de algunos bancos (un subterfugio para no decir “estatización” que es la expresión adecuada), lo cual no solo politiza al sector en cuestión con todas sus graves implicaciones sino que forzosamente el peso financiero correspondiente recae sobre los contribuyentes.

A las causas señaladas del origen de la crisis debe agregarse el uso irresponsable de instrumentos financieros por parte ciertos personajes del sector privado, el fraude piramidal y de muchos que simplemente equivocaron el camino por error empresarial o por el embate gubernamental. Todo esto último no constituye el problema de fondo puesto que el mercado se encarga de producir los ajustes si no está maniatado por disposiciones que quitan flexibilidad, reflejos y cintura suficiente y la ley justa se encarga de castigar. Queda pendiente el mencionado embate gubernamental que recae sobre inocentes, lo cual no ocurre si se opera en una sociedad abierta y respetuosa de los derechos de todos.

Ahora bien, una vez desatado el problema descomunal, los gobiernos se deciden por los antedichos “salvatajes”, es decir, se recurre por la fuerza a los bienes de otros para transferirlos a los que se pretende salvar o, de lo contrario, se imprime dinero en cuyo caso todos se ven compelidos a financiar a los que el gobierno pretende ayudar. En cualquier caso, es el ciudadano común resulta esquilmado y es quien paga los platos rotos de tanto desatino estatal.

En economía no hay magias no alquimias posibles. Los recursos que le entregan a los salvados necesariamente se los quitan a terceros quienes resultan hundidos en el naufragio. Se produce aquí un malsano espejismo: parecería que como los recursos entregados se concentran en las empresas que más tienen poder de lobby, los desmanes se diluyen. Esto no es así, las áreas y personas que se ven obligadas a entregar el fruto de sus trabajos ya sea vía impuestos o vía inflación padecen graves problemas. Se logra disimular el mal “barriendo la tierra bajo la alfombra” porque las empresas salvadas están más en el foco de la atención del público y de los medios pero el daño no es por ello menor a otros sectores que deben hacerse cargo del zafarrancho.

Nos hemos referido a los inocentes que se ven afectados por los embates gubernamentales pero ello no justifica que se multipliquen los daños a nuevos inocentes compelidos a financiar a los inocentes anteriores. Y no es cuestión de sostener que las cosas se arreglan solas como suelen decir con ironía los partidarios de las intromisiones gubernamentales. Las arreglan millones de personas concretas que a través de infinitos contratos asignan los siempre escasos factores productivos en los campos que juzgan más convenientes y compatibles con sus intereses y sin las tremendas distorsiones que provocan los susodichos salvatajes. No es que por arte de magia la crisis desaparecerá, se trata de corregirla, mitigarla y absorberla del modo más ecuánime posible a criterio de cada una de las personas. Disimular la crisis con medidas contraproducentes solo la empeora y la prolonga innecesariamente.

Hay muchos que están ubicados fuera de las zonas de mayor riesgo y están perfectamente anoticiados de estas consecuencias pero, sin embargo, apoyan los salvatajes al efecto de recuperar jugosos retornos de sus propias inversiones sin importarles las destrucciones masivas de náufragos que tal política de transferencias coactivas genera en otras personas en diversos lares. Este es el caso típico de latinoamericanos que administran carteras rellenas de suculentos patrimonios y que, con entusiasmo digno de mejor causa, avalan las referidas políticas implementadas en países del hemisferio Norte.

En una sociedad libre quienes aciertan en los gustos de otros obtienen ganancias y los que yerran el camino incurren en quebrantos. Los cuadros de resultado van indicando el uso eficiente de los factores productivos. Si han surgido problemas debido a la intervención estatal no se corregirá acentuando el mal sino revirtiendo la política hacia la limitación del poder a las funciones específicas de seguridad y justicia en el contexto de marcos institucionales civilizados. Nada se gana si los países llamados del primer mundo imitan los desaguisados y las tropelías del tercer mundo que están en esa situación, precisamente, debido a la alarmante y reiterada sobredimensión de sus estructuras gubernamentales.

domingo, 1 de marzo de 2009

La Economía en una Lección



Henry Hazlitt siguiendo la tradición de Bastiat de "lo que se ve y lo que no se ve" da cuenta del estatismo gringo ahora cada vez más cercano a sus pares latinoamericano y europeo.

La lección del libro según Hazlitt es:

"Un buen economista es aquel que ve las consecuencias de una política a largo plazo y no solo el efecto inmediato. También el efecto sobre todos los grupos de la sociedad y no solo sobre el grupo beneficiado".

Entre las mejores lecciones podemos citar las siguientes:

Sobre los Burócratas.- El dinero que se gasta en mantenerlos pasaría a los bolsillos de los contribuyentes y por ende habría mas consumo. Dejarían de ser parásitos para convertirse en hombres y mujeres productivos.

Sobre la falacia de la maldición de la maquinaria.- Es un convencido que los sueldos se incrementan con la productividad, impedir el avance tecnológico que pueda costar puestos de trabajo solo hará más improductiva a la sociedad en su conjunto.

Restricciones al Comercio Internacional.- Grupo beneficiado: La Industria "Nacional" Grupo Afectados: Consumidores

Efecto en el corto plazo: Florecimiento de la industria nacional.

Efecto en el largo plazo: Oligopolios que producen en menor calidad y cobran el precio máximo por falta de competencia.

Precios máximos.- Grupo beneficiado: Consumidores Grupo Afectados: Productores

Efecto en el corto plazo: Los productos bajan de precio o se estabilizan.

Efecto en el largo plazo: Escasez por falta de inversión en la producción de los bienes controlados.

Precios mínimos.- Grupo beneficiados: Productores, Grupos Afectados: Consumidores

Efecto en el corto plazo: Estabilidad económica para los productores y sus proveedores.

Efecto en el largo plazo: Desviación de millones de dólares sacados de los bolsillos de consumidores y contribuyentes para mantener el esquema funcionando.

Salario Mínimo.- Grupo beneficiados: Políticos. Grupos Afectados: Trabajadores

Efecto en el corto plazo: Todos los trabajadores no podrán ser contratos bajo ese monto. Algunos verán su sueldo incrementar.

Efecto en el largo plazo: Son desplazados al desempleo todos aquellos que podrían ganar menos del salario mínimo impuesto.

Control de Arriendos.- Grupo beneficiados en el corto plazo: Arrendatarios y por supuesto los políticos. Grupos Afectados: El dueño del inmueble y el mismo arrendatario.

Efecto en el corto plazo: Los votos de los arrendatarios irán a favor del político de turno por ahorrarles unos dólares mensuales.

Efecto en el largo plazo: Viviendas desmoronándose por falta de mantenimiento, escasez de vivienda por falta de inversión, sobre todo popular que termina no siendo rentable.

La Inflación.- Grupo beneficiados en el corto plazo: Los primeros que se benefician de la nueva emisión monetaria (grupos de interés, proveedores estatales, burócratas). Grupos Afectados: La sociedad en general que tendrá que pagar los precios inflados, sobre todo los grupos mas alejados del poder político.

Efecto en el corto plazo: El gobierno sale de apuros imprimiendo billetes para pagar sus cuentas.

Efecto en el largo plazo: El incremento de oferta monetaria hace que la demanda aumente y con ella los precios de bienes y servicios.

Prestamos "productivos" gubernamentales.- Grupo beneficiados en el corto plazo: El industrial, agricultor o empresario poco competitivo que no podría obtener crédito en el sector bancario privado. Grupos Afectados: La sociedad en general que tendrá que subsidiar a estos empresarios.

Efecto en el corto plazo: Creación de emprendimientos no rentables, aumento artificial del empleo.

Efecto en el largo plazo: Desviación de millones de dólares sacados de los bolsillos de consumidores y contribuyentes para mantener el esquema funcionando.

En LA OFENSIVA CONTRA EL AHORRO Hazlitt describe brevemente la falacia del gasto público keynesiano y la manipulación de la tasa de interés.

Este es uno de aquellos libros indispensables. Por favor leanlo, la versión en línea esta disponible aquí.
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