Muy recomendable la película que obtuvo el Oscar 2006 a la mejor película extranjera. La historia de Tsotsi, un líder de un grupo de delincuentes; situada en un barrio marginal de Johannesburgo, Sudáfrica. Huérfano y acostumbrado vivir entre las privaciones más grandes y la violencia. La historia se desenvuelve entre las fechorías del personaje y su banda. Nada que no veamos todos los días en nuestros noticieros o lo hayamos experimentado en carne propia.
Pero lo impactante de la película es ver las similitudes con los barrios de pobres y miserables que tenemos en Latinoamérica (ranchitos, favelas, guasmos, villas miseria, etc). La privación material y la falta de oportunidades de empleo son la mejor combinación para generar delincuencia.
Un desempleado crónico es un delincuente potencial, si lo queremos ver de otra manera. Lo más triste es que los que más sufren con la delincuencia terminan siendo los pobres honestos que viven en barrios marginales.
Otra similitud es la mezcla de barrios miserables con opulentos vecindarios donde la gente se esconde en sus casas con alarmas y es víctima en muchas ocasiones de la violencia, tal como ocurre ahora en nuestras grandes ciudades. En especial a mi que me han robado 4 veces la casa y obviamente la policía y el sistema judicial del Estado me fallaron en todas las ocasiones a pesar de pagar todos mis impuestos puntualmente.
Para muchos que no quieren ver; los países más pobres son los menos capitalistas, por ende el capitalismo es la única manera de salir de la pobreza. Pero en el imaginario colectivo el empresario es el que nos a llevado a la miseria y a la desigualdad extrema; no las políticas erradas de Estado.
El mercantilismo, proteccionismo, la burocracia dorada, inseguridad jurídica, la inseguridad física, la corrupción de los entes estatales son las culpables; no la inversión extranjera o nacional que crea empleo y riqueza.
La película me hizo recordar mucho el libro "Fabricantes de Miseria" de Alvaro Vargas Llosa, Plinio Apuleyo Mendoza y Carlos Alberto Montaner y me tomo a continuación la molestia de citar a los culpables de nuestro subdesarrollo, en los que coincido con los autores:
- Los Políticos, los militares, los guerrilleros, la iglesia, los intelectuales, los sindicatos, los empresarios (mercantilistas por supuesto), las universidades, y por supuesto el Estado.
Ellos son los verdaderos culpables no el "neoliberalismo". Que de liberal tiene un burócrata dorado o un sindicalista de Petroecuador; pero vayan a ver que casas tienen. Que los banqueros nos sangran, pues que compitan con bancos internacionales a ver si no bajan los precios de los servicios. Los intelectuales de izquierda también tienen sus negocios y pagan lo mínimo a sus empleados pero rasgan las vestiduras por la igualdad. Hay mucha desinformación sobre los verdaderos culpables, el reto es irles descubriendo uno a uno.
Un desempleado crónico es un delincuente potencial, si lo queremos ver de otra manera. Lo más triste es que los que más sufren con la delincuencia terminan siendo los pobres honestos que viven en barrios marginales.
Otra similitud es la mezcla de barrios miserables con opulentos vecindarios donde la gente se esconde en sus casas con alarmas y es víctima en muchas ocasiones de la violencia, tal como ocurre ahora en nuestras grandes ciudades. En especial a mi que me han robado 4 veces la casa y obviamente la policía y el sistema judicial del Estado me fallaron en todas las ocasiones a pesar de pagar todos mis impuestos puntualmente.
Para muchos que no quieren ver; los países más pobres son los menos capitalistas, por ende el capitalismo es la única manera de salir de la pobreza. Pero en el imaginario colectivo el empresario es el que nos a llevado a la miseria y a la desigualdad extrema; no las políticas erradas de Estado.
El mercantilismo, proteccionismo, la burocracia dorada, inseguridad jurídica, la inseguridad física, la corrupción de los entes estatales son las culpables; no la inversión extranjera o nacional que crea empleo y riqueza.
La película me hizo recordar mucho el libro "Fabricantes de Miseria" de Alvaro Vargas Llosa, Plinio Apuleyo Mendoza y Carlos Alberto Montaner y me tomo a continuación la molestia de citar a los culpables de nuestro subdesarrollo, en los que coincido con los autores:
- Los Políticos, los militares, los guerrilleros, la iglesia, los intelectuales, los sindicatos, los empresarios (mercantilistas por supuesto), las universidades, y por supuesto el Estado.
Ellos son los verdaderos culpables no el "neoliberalismo". Que de liberal tiene un burócrata dorado o un sindicalista de Petroecuador; pero vayan a ver que casas tienen. Que los banqueros nos sangran, pues que compitan con bancos internacionales a ver si no bajan los precios de los servicios. Los intelectuales de izquierda también tienen sus negocios y pagan lo mínimo a sus empleados pero rasgan las vestiduras por la igualdad. Hay mucha desinformación sobre los verdaderos culpables, el reto es irles descubriendo uno a uno.
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