Ya que estamos futbolizados:
Vía Ecuador Sin Censura:
¡Qué Grande es el Fútbol, Carajo!.
Ha logrado lo que nadie pudo antes: que todos los Asambleístas, sin importar si pertenecían al Oficialismo o a la Oposición, se abracen en caluroso gesto de alegría compartida. Lejos quedan las bocas cosidas, las fundadísimas denuncias de complot, los rodillazos en entrepiernas sociedapatrióticas, el hombre del maletín y sus videos caseros, las viudas de la partidocracia, las renuncias forzosamente solicitadas, las renuncias voluntariamente extendidas, los arrebatos de democracia excesiva… todo se funde ahora en un solo grito: ¡LIGA CAMPEÓN!
Pasarán algunas horas, quizás días, antes de que nos demos cuenta del hito histórico alcanzado por el equipo azucena, al menos hasta que se apruebe la Constitución, claro. Una vez aprobada, los jueces podrán admitir a trámite las peticiones del resto de los equipos del Campeonato Nacional solicitando que Liga Deportivo Universitaria reparta entre todos y de forma equitativa, los más de TRES MILLONES DE DÓLARES que ganaron por alzarse con el trofeo. Es lo más justo dentro de lo requerido Constitucionalmente: un REPARTO EQUITATIVO DE LA RIQUEZA. Es innegable que, de no haber sido por la mediocridad exhibida por el resto de los equipos, Liga nunca se haría proclamado campeón y, por ende, nunca hubiera participado en la Copa que ahora consiguió. Los Clubes están en su derecho de reclamar su parte.
Pero, un momento, porque repartirlo sólo entre los clubes de fútbol, mejor a cada Ecuatoriano. Enviemos inmediatamente a Carlos Marx Carrasco, con su centuria de clausuradores, a exigir en casa blanca el reparto de los QUINCE CENTAVOS que corresponde a cada ecuatoriano. ¿Acaso no nos alegramos todos con el triunfo? ¿No pusimos nuestra energía gritando cada paradón de Cevallos? ¿No sufrimos con los goles del contrario? Quince centavos es, incluso, muy poco por todo ese esfuerzo.
Casi podemos escuchar el discurso de Gustavo Terán y todos los iluminados del MPD gritando que es inmoral que esta gente, por correr en calzoncillos detrás de una pelota, esté metiendo la mano en el bolsillo de nuestros maestros, robando con su acaparamiento de la riqueza, el pan de las mesas de nuestros hijos, condenando a morir por falta de hospitales a nuestros enfermos y pateando su arrogancia sobre los magullados cuerpos de nuestros ancianos.
Además, conviene que, siguiendo de un modo literal la nueva norma a aprobarse, tengamos un acceso equitativo a los medios de producción. En este caso, el estadio, los gimnasios, las canchas de entrenamiento, las oficinas de la familia Paz, en fin, todo, debe ser de libre acceso para que cada ecuatoriano, ejerciendo sus derechos de ciudadanía, pueda entrenarse y salir adelante en el competitivo mundo del deporte. No podemos permitir que sólo los pelucones aniñados de LDU tengan la posibilidad de triunfar, acaparadores, como son, de la riqueza que han ido ganando con el dinero de los hinchas. Ahora está muy claro, por eso no progresan los pequeños equipos de barrio, de ahí sus derrotas, son directamente causadas por los abusos acaparadores de Liga de Quito. ¡Qué Vergüenza!
Esto nunca sucederá, son exageraciones. La inteligencia infinita de los seguidores del ungido de las camisas bordadas, que al ritmo que les impone el corcho van a contratarles en el anuncio de APRONAX para sustituir al tipo ese que va parando taxis y saludando brazo en alto a todo el mundo, no permitirá que estupideces de este calibre lleguen a formar parte de la máxima expresión de la legislación Ecuatoriana. Por si acaso no les alcanza con su inteligencia, meditemos seriamente nuestro voto, cuando toque ir a las urnas.
Mientras tanto: ¡Felicitaciones a Liga!.
¡La libertadores ya es de todos!
Ha logrado lo que nadie pudo antes: que todos los Asambleístas, sin importar si pertenecían al Oficialismo o a la Oposición, se abracen en caluroso gesto de alegría compartida. Lejos quedan las bocas cosidas, las fundadísimas denuncias de complot, los rodillazos en entrepiernas sociedapatrióticas, el hombre del maletín y sus videos caseros, las viudas de la partidocracia, las renuncias forzosamente solicitadas, las renuncias voluntariamente extendidas, los arrebatos de democracia excesiva… todo se funde ahora en un solo grito: ¡LIGA CAMPEÓN!
Pasarán algunas horas, quizás días, antes de que nos demos cuenta del hito histórico alcanzado por el equipo azucena, al menos hasta que se apruebe la Constitución, claro. Una vez aprobada, los jueces podrán admitir a trámite las peticiones del resto de los equipos del Campeonato Nacional solicitando que Liga Deportivo Universitaria reparta entre todos y de forma equitativa, los más de TRES MILLONES DE DÓLARES que ganaron por alzarse con el trofeo. Es lo más justo dentro de lo requerido Constitucionalmente: un REPARTO EQUITATIVO DE LA RIQUEZA. Es innegable que, de no haber sido por la mediocridad exhibida por el resto de los equipos, Liga nunca se haría proclamado campeón y, por ende, nunca hubiera participado en la Copa que ahora consiguió. Los Clubes están en su derecho de reclamar su parte.
Pero, un momento, porque repartirlo sólo entre los clubes de fútbol, mejor a cada Ecuatoriano. Enviemos inmediatamente a Carlos Marx Carrasco, con su centuria de clausuradores, a exigir en casa blanca el reparto de los QUINCE CENTAVOS que corresponde a cada ecuatoriano. ¿Acaso no nos alegramos todos con el triunfo? ¿No pusimos nuestra energía gritando cada paradón de Cevallos? ¿No sufrimos con los goles del contrario? Quince centavos es, incluso, muy poco por todo ese esfuerzo.
Casi podemos escuchar el discurso de Gustavo Terán y todos los iluminados del MPD gritando que es inmoral que esta gente, por correr en calzoncillos detrás de una pelota, esté metiendo la mano en el bolsillo de nuestros maestros, robando con su acaparamiento de la riqueza, el pan de las mesas de nuestros hijos, condenando a morir por falta de hospitales a nuestros enfermos y pateando su arrogancia sobre los magullados cuerpos de nuestros ancianos.
Además, conviene que, siguiendo de un modo literal la nueva norma a aprobarse, tengamos un acceso equitativo a los medios de producción. En este caso, el estadio, los gimnasios, las canchas de entrenamiento, las oficinas de la familia Paz, en fin, todo, debe ser de libre acceso para que cada ecuatoriano, ejerciendo sus derechos de ciudadanía, pueda entrenarse y salir adelante en el competitivo mundo del deporte. No podemos permitir que sólo los pelucones aniñados de LDU tengan la posibilidad de triunfar, acaparadores, como son, de la riqueza que han ido ganando con el dinero de los hinchas. Ahora está muy claro, por eso no progresan los pequeños equipos de barrio, de ahí sus derrotas, son directamente causadas por los abusos acaparadores de Liga de Quito. ¡Qué Vergüenza!
Esto nunca sucederá, son exageraciones. La inteligencia infinita de los seguidores del ungido de las camisas bordadas, que al ritmo que les impone el corcho van a contratarles en el anuncio de APRONAX para sustituir al tipo ese que va parando taxis y saludando brazo en alto a todo el mundo, no permitirá que estupideces de este calibre lleguen a formar parte de la máxima expresión de la legislación Ecuatoriana. Por si acaso no les alcanza con su inteligencia, meditemos seriamente nuestro voto, cuando toque ir a las urnas.
Mientras tanto: ¡Felicitaciones a Liga!.
¡La libertadores ya es de todos!
libertario: te invito a visitar nuestro blog, http://movimientoecuadorlibre.blogspot.com me parece que tienes puntos de vista muy interesantes, y entre nosotros con la misma ideologia tenemos que apoyarnos mutuamente. Por si acaso nuestro mail es movimientoecuadorlibre@gmail.com, si quieres contactarte con nosotros
ResponderEliminarAceptada la invitación ya les contactaré en un futuro muy cercano.
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