El Amado Líder nos sorprendió esta vez con un paquetazo económico que lo pagará como siempre la clase media. Analicemos algunos puntos:
Impuesto a la salida de capitales.
Bajo ningún aspecto frenará la salida de capitales que es un síntoma de la inseguridad jurídica reinante. Se ataca el síntoma pero no su causa raíz. Si no quieren que salgan más capitales lo mejor es que dejen de espantar a los inversionistas y ahorristas con el fascismo económico que vienen practicando.
Este aumento encarecerá un 1% todo lo que se importa por lo que asumiremos este costo los consumidores finales.
Impuesto mínimo
Será la sentencia de muerte de cientos de PYMES que apenas producen lo suficiente para sobrevivir. Es incoherente pedir que sacrificios extras a empresas con saldo negativo o con utilidades mínimas. Esto ya lo había analizado en un post anterior, solo espantará mas capitales y generará mayor desempleo.
Exención a Empresas Tecnológicas
Una medida que me llamo la atención, viniendo de este gobierno de cleptómanos compulsivos, fue la de exención de pago de impuesto a la renta en empresas de tecnología nuevas en sus dos primeros años de funcionamiento. Es una medida limitada dado los altos costos de iniciar una empresa de tecnología que ofrece el país: costos prohibitivos para compra de equipos gracias a los altos aranceles; inseguridad física y jurídica. Además no toma en cuenta que los primeros años la gran mayoría de empresas no generan utilidades o son muy modestas, por lo que la supuesta generosidad de Correa se queda muy corta en realidad.
Los impuestos a tabaco y alcohol son medidas para dar la estocada final a importadores y distribuidores de estos productos, es una lástima para las personas que trabajan en el sector.
Para rematar la noche en una muestra del keynesianismo más barato hablo de estimular el consumo pagando las millonadas a los burócratas en quincenas. Según la lógica correista si antes el gobiernos desembolsaba 300 millones al mes hoy solo va a realizar un esfuerzo de 150 millones cada vez, ahora 150+150 = 150 no 300!!, lastimosamente a fin de mes se habrá dado cuenta que se ha transferido los mismos 300 millones y los patrones de consumo de los burócratas seguirán iguales. Definitivamente un gran economista nos gobierna, no crea ni un empleo productivo pero insiste e insiste en indicarnos que vamos rumbo al paraíso terrenal. Ya veremos.
Medidas muy parecidas a las que dentro de muy poco aplicará en España el gobierno socialista de Zapatero.
ResponderEliminarY de la misma forma que en Ecuador, será la clase media trabajadora, la que tiene una nómina, aquellos que tengamos que soportar una vez más el gasto desenfrenado y sin sentido de unos políticos irresponsables.
Un cordial saludo
RECORDEMOS EL SOCIALISMO DEL SIGLO XX...
ResponderEliminar¿Por qué creer que el del siglo XXI será mejor?
Cambodia, 1975. Un grupo de hombres educados en Francia logran el control del país derrocando al gobierno corrupto que contaba con el apoyo de los EE.UU. (que libraba la guerra contra los insurgentes en el vecino Vietnam).
El nuevo régimen recibió los aplausos y alabanzas de la izquierda y progresía occidental, aun en el primer mundo.
Con el pretexto de que los EE.UU. bombardeaban zonas que creían rutas de abastecimiento de los vietnamitas, los nuevos jefes camboyanos evacuaron las ciudades y llevaron a TODA la población al campo.
Empieza el régimen del Khmer Rouge, la izquierda camboyana.
Primero, matan a todos los que usan lentes.
Luego matan a todos los que hablaban lenguas extranjeras.
Todos los que han recibido educación universitaria son asesinados.
Se invita a los camboyanos residentes en el exterior a regresar a su patria, la nueva Cambodia. Llegan unos mil desde Beijing. Son asesinados.
Abogados, médicos, burócratas, diplomáticos, soldados, policías, obreros, son TODOS asesinados.
Al principio son muertos a tiros. Luego, para ahorrar balas, son muertos a palazos (con barras de metal, hachas, palas de excavar).
Los que sobrevivieron son enviados al campo... A trabajar en los campos de arroz de sol a sol.
¿Los débiles, los enfermos? "Mantenerlos no es ganancia alguna.... Destruirlos no significa una pérdida". (lema REAL del Khmer Rouge)
Las ciudades vacías son incendiadas. Los que caminan al campo lo hacen bajo la inclemencia del clima tropical: sol, lluvias. Los caminos vecinales están tan atiborrados que los niños se pierden, los ancianos y enfermos agonizan a la vera. No hay qué comer ni bebida aparte de los charcos infectos. Disentería, cólera, más muertos a la vera.
Ves a lo lejos un río, vas a tomar agua: cadáveres descomponiéndose en la orilla, flotando, tantos que no puedes ver el agua.
La cúpula comunista (lo que llamaríamos el círculo rosa), en su deseo de construir una nueva sociedad, declaran abolidos los bancos, las cortes, el dinero, los días festivos, el amor (en serio). Asimismo se declaran abolidos el budismo, los pueblitos, la familia, las canciones, la comida (!). Se prohibieron palabras como "colorido", "belleza", "comfort".
Todos fueron obligados a usar uniformes tipo pijama de color negro.
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ResponderEliminarLas escuelas, inútiles ahora, se convierten en prisiones. De las 196, la más famosa es la S-21.
Se conservan muchas fotos de los más de quince mil prisioneros de la S-21 (fotos tomadas cuando ingresaban a prisión). Sólo 7 (sólo SIETE) salieron con vida (Los siete que salieron con vida eran mecánicos que arreglaban máquinas de coser, y pintores y escultores que hacían retratos de Pol Pot, el máximo jefe). Llegaban niños, madres con hijos en brazos, jóvenes, adultos.
Los bebés eran cogidos de las piernecitas y estrellados violentamente contra un árbol. Los cadáveres yacían allí mismo.
Los prisioneros eran amarrados a camas, se les extraía la sangre y exangües eran arrojados a fosas.
Se les aplicaba descargas eléctricas a las orejas, los genitales. Se les extraía con pliers (playos) las uñas o los dedos enteros. En ocasiones se los obligaba a comer sus propios excrementos.
Campesinos analfabetos que jamás habían salido de sus pueblitos eran obligados a confesar, bajo tortura, que eran agentes de la CIA o la KGB, para ser ejecutados sumariamente.
Se abría el vientre a prisioneros amarrados en cama, y en la herida se soltaban escorpiones.
Otro lema del Khmer Rouge: "el que protesta, es un enemigo; el que se opone, es un cadáver".
Como muchos prisioneros se suicidaban tirándose desde el tercer piso, se puso alambre de púas para que impedírselo.
A las mujeres que llegaban embarazadas en el acto les abrían el vientre con un cuchillo para sacar al feto, el cual era colgado del cuello para ahuyentar los malos espíritus. La mujer se desangraba hasta morir.
Se ha documentado los casos de unas 150 mujeres refugiadas camboyanas que experimentaron un raro caso de estrés post traumático, por el cual quedaron CIEGAS pese a no tener ningún problema ocular. Los doctores lo atribuyen a un oscuro mecanismo de defensa ante los horrores observados.
En muchas ocasiones los soldados que llevaban a cabo las matanzas eran muchachos campesinos de doce o trece años, indoctrinados por el Khmer Rouge. Dichos soldados practicaban frecuentemente el canibalismo con sus víctimas.
Al final del régimen, dos millones de camboyanos murieron, la mitad asesinados, el resto de hambre o por trabajos forzados.
Cuba, Korea del Norte (donde hubo hambruna hace pocos años, en pleno siglo XXI), Rusia con Stalin, China bajo Mao...
¿Por qué esto no se enseña en los colegios, para que salgamos vacunados contra todos los "socialismos"?
Pol Pot murió hace varios años, tal vez envenenado o de un ataque cardíaco. Ahora muchos de los responsables están siendo llevados a juicio, treinta años después.
La revolución ciudadana TAMBIÉN tendrá que rendir cuentas, tarde o temprano.
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Reenvíalo a quienes tienen sensatez suficiente para prever los horrores que nos esperan.
Robur el socialismo trata de gastar el dinero de los demás, que lástima por España ZP los ha sacado del camino al progreso en el que estaban transitando.
ResponderEliminarAnónimo gracias por la tremenda lección de hasta donde puede llegar la "planificación" de una sociedad perfecta. Una lástima por los camboyanos que lo vivieron en carne propia.