viernes, 4 de septiembre de 2009

La Mano Izquierda

Tiempo para publicar un clásico de Bastiat, si reuniríamos a Viteri, Borja, Cely de demás economistas del régimen de seguro llegarían a la misma conclusión.

un reporte económico al Señor Presidente,
preparado por sus ministros.


Preocupados en extremo por el libre comercio y la competencia que esa situación impone en la industria nacional, nos permitimos remitir a usted este reporte que, en última instancia persigue la creación de empleos.

Efectivamente, nuestra intención es la creación de empleos, es decir, elevar el índice de empleo y con este motivo, solicitamos a usted se sirva enviar una iniciativa de ley a nuestro honorable congreso, estableciendo la prohibición del uso de la mano derecha dentro de las actividades productivas nacionales. Es decir, nos referimos a la mano derecha de nuestros trabajadores, quienes a partir de la fecha de emisión de la ley solicitada se verán impedidos de usar la referida mano derecha.

Como fundamento sólido de nuestra petición, ofrecemos el siguiente razonamiento, mismo que ya ha sido utilizado innumerables veces dentro de nuestros planes económicos.

Nadie puede dudar que cuanto más se trabaja, más riqueza se genera. Esta realidad se complementa con otra realidad que es la de reconocer sin lugar a dudas que cuantas más dificultades se tienen más se trabaja. Corolario indiscutible de esas premisas es la conclusión de que cuanto más dificultades se tienen para trabajar, más riqueza se crea. Nuestras políticas proteccionistas han dado mil veces su aprobación a este silogismo.

Dentro de nuestro reporte, incluimos, desde luego, una proyección económica que da aún mayor fuerza a nuestra propuesta. Si en nuestro país hay 10 millones de trabajadores, resulta evidente que existen 20 millones de manos trabajando. Si fuese prohibido el uso de la mano derecha, entonces tendremos en funciones sólo a 10 millones de manos, lo que haría necesario el empleo de otros 10 millones de manos. Eso haría necesaria la contratación de otros 10 millones de trabajadores. Así, probamos de nuevo que las dificultades elevan el trabajo.

La mencionada ley que prohibiera el uso de la mano derecha tendría amplios beneficios, pues se crearían de inmediato una gran cantidad de trabajos nuevos para satisfacer la demanda actual de bienes y servicios. Desde luego, el mayor número de empleos elevaría los salarios y haría desaparecer a la pobreza.

Podría criticarse que esta ley produciría una elevación en los precios de los artículos, lo que es cierto, pero no debemos poner atención en esto, pues mil veces hemos rehusado comprar fuera de nuestras fronteras lo que aquí cuesta más producir. Además, esta ley que proponemos sigue la tradición del gobierno cuya meta es la creación de empleos, por lo que la vemos como una idea moral y democrática.

La idea que proponemos tiene, sin embargo, algunos peligros. Podemos, por ejemplo, anticipar las acciones futuras de grupos que pidan la libertad de la mano derecha. Pero lo peor, sin duda, viene de un escenario probable en el futuro. Debemos estar preparados para que dentro de varios años los trabajadores hayan desarrollado grandes habilidades para trabajar con la mano izquierda y nuestro plan de creación de empleos enfrente ese obstáculo.

Por esto es que deberemos tomar medidas en el futuro, como la emisión de una ley que prohíba el uso de ambas manos de los trabajadores y limite su acción al uso de un pie.

Lo que hemos hecho es crear una propuesta de ley que tiene su fundamento en la idea que la intensidad del trabajo es lo que crea la riqueza.

4 comentarios:

  1. Creo que tu medida del uso de una mano seria acreedora de uno de los beneficios fiscales de las nuevas medidas:

    "las empresas podrán deducir del pago del Impuesto a la Renta las utilidades que reinviertan en ciencia y tecnología, con el compromiso de generar plazas de trabajo."

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  2. Un acto de "generosidad" entre tanto fascismo económico, será de ver a quién le quedad utilidades después del impuesto mínimo.

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  3. La irresponsabilidad del gobierno norteamericano en el llamado bailout ha llegado a extremos inverosímiles. La cantidad de dinero creado "de la nada" y entregado a instituciones que deberían haber quebrado es impresionante.

    Según un investigador ( http://www.thedailycrux.com/content/2791/Dan_Ferris/eml ), la suma total del bailout es igual al costo (ajustado por la inflación) del Plan Marshall (ayuda a Europa luego de la 2da. guerra mundial), MÁS la compra de Louisiana a Francia, MÁS el programa espacial a la luna, MÁS la crisis de los Savings & Loans de los '90, MÁS la guerra de Corea, MÁS la guerra de Irak, MÁS el new deal de Roosevelt, MÁS la guerra de Vietnam...

    El único gasto "macro" que lo supera es el costo total de la 2da guerra mundial, pero gracias al ritmo alegre con el que sigue gastando Obama (los datos con los que se comparó fueron del bailout hasta noviembre) de pronto y hasta lo supera...

    El dólar dejará de ser la moneda de reserva porque Bush y más aún Obama están imprimiendo dinero y regalándolo como una república bananera. Eso equivale a un hipócrita y escondido impuesto a los ciudadanos productivos, pues el poder adquisitivo de su dinero disminuye. Las deudas de EE.UU. son tan grandes que nunca serán pagadas (se ha calculado que, si quisiera pagar sus deudas, el gobierno norteamericano debería exigir a cada habitante de la unión $40.000 aprox. Pero hay países más endeudados aún: para pagar la deuda nacional, cada japonés debería desembolsar $157.000). Por eso los chinos están cambiando los dólares que tienen por cualquier cosa que retenga su valor: materias primas, bienes raíces, empresas, petróleo ecuatoriano, etc.

    Ése es el problema de que el gobierno tenga el monopolio de la emisión de moneda. El dinero pertenece a la gente, no a los gobiernos. Los bancos centrales son una creación nefasta; la economía no es una bestia salvaje que necesite ser domada por los tecno-burócratas de los bancos centrales. Ellos causan más daño que los supuestos peligros que evitan.

    Gracias a la dolarización, Ecuador está parcialmente a salvo de las emisiones indiscriminadas de dinero; aunque los gringos crean dólares de la nada, acá deben llegar con alguna causa (x. ej. exportaciones, remesas de los migrantes), así que por lo pronto estamos a salvo del entrometimiento del gobierno en el valor de la moneda (Correa no puede imprimir dólares, aunque ya quisiera...)

    ¡Volvamos al patrón oro! (una "reliquia de tiempos bárbaros", según se burlaba Keynes, el santón de todos los intervencionistas).

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  4. Anónimo solo de imaginarme a Correa a cargo de una máquina de imprimir billetes me da escalofríos.

    Si fuera inteligente Correa iría mas allá de la dolarización eliminando el curso forzoso de la moneda.

    Dada la irresponsabilidad gringa con el valor del dólar sería una buena opción que el ecuatoriano pueda resguardar sus valores en oro, plata, francos suizos o cualquier otro bien.

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