La 'A' en la elogiada serie de televisión de los 80s probablemente proviene de Anarco-capitalista.
La serie (y ahora película) Los Magníficos apoya la idea de ley natural, rechaza la tradición nominalista, rechaza el relativismo tanto por razones éticas como por epistemológicas, apoya el espíritu empresarial y el libre mercado, elogia la división del trabajo y la economía monetaria, construye su moral en el axioma de la no-agresión, rechaza la necesidad de la regulación económica, socava al propio gobierno por la demostración de sus fracasos, y muestra cómo la sociedad está determinada por la acción humana.
En primer lugar, Los Magníficos es una organización clandestina ilegal y anti-gubernamental de personas que escaparon de la cárcel. Están fuera de la ley, seguramente no pagan impuestos, y, en muchos episodios, el ejército de EE.UU. los está persiguiendo. ¿Son estos individuos una banda de matones? No, en absoluto. Ellos son retratados como héroes positivos y el aparato del gobierno se presenta como la institución que injustamente intenta encarcelarlos.
Los Magníficos no respetan el derecho positivo, ya que esta invención estatal es la responsable de su difícil situación. Sin embargo, toda la serie se basa en la idea de que los valores éticos son fácilmente reconocibles que no pueden ser cuestionados por ningún ser humano, incluso por el Estado. No hay relativismo moral o relativismo epistemológico, ya que se sabe exactamente qué es lo correcto y lo qué es incorrecto, y nuestro intelecto nos concede la capacidad de reconocerlo. Ningún veredicto, proyecto de ley, o voluntad de un general puede cambiar este hecho. Las instituciones oficiales no pueden ocultar la naturaleza de las cosas y nadie tiene el poder de cambiarlas. Esto corresponde claramente a la idea de ley natural, en gran medida expresada por Bastiat - el derecho positivo que niega la ley natural sólo puede tener una sola consecuencia: perversión de la ley. Por lo tanto, Los Magníficos creen con razón que los valores éticos son universales y estos no cambian, que deben ser respetados en cualquier momento por cualquier persona.
Una de las frases más famosas de la serie es la referencia a un "crimen que no cometieron". Durante la guerra de Vietnam los soldados recibieron la orden de su coronel de robar un banco. Cuando terminaron su trabajo, se enteraron de que sus bases fueron destruidas. Era imposible para ellos demostrar que actuaron como el coronel les dijo que lo hicieran. El gobierno de EE.UU., entonces, decidió ejercer una acción penal por este delito. Aquí tenemos otro gran ejemplo de como la ley positiva pervierte la ley natural. Cuando los individuos que actúan por su cuenta hacen algo mal, se considera un "crimen". Pero si el gobierno se involucra en un comportamiento delictivo, de repente desaparece la figura de "crimen". Uno de los ejemplos famosos es de los impuestos por supuesto. El estado se hace cargo de ingreso de las personas sin su consentimiento, pero si algún particular toma el dinero de alguien sin su consentimiento, se le considera un "criminal". Este es un ejemplo clásico de la producción verbal de la ley, una creencia hobbesiana de que se puede cambiar o crear la ley.
Toda la filosofía de Los Magníficos yace bajo el axioma de no agresión. Jamás inician una conquista de la propiedad de otra persona, sin importar los beneficios que obtendrían. Nunca defienden a verdaderos agresores. En cambio, la gente contra la cual se inició una agresión siempre los contratan. Esta característica es totalmente esencial para ellos para tomar cualquier trabajo. En los episodios se involucran en el análisis empresarial para averiguar lo que está sucediendo, quién es responsable de qué y cómo se inició la agresión. Por otra parte, Los Magníficos siempre trabajan con el consentimiento de las personas que fueron atacadas, a diferencia del Estado, que se concede a sí mismo el derecho a decidir a quien defender.
Es evidente que "Los magníficos" es un ejemplo de creatividad anarquista, pero sin duda de la versión capitalista, no la izquierdista. Las acciones de los integrantes se basan en una avanzada división del trabajo, se refiere tanto a la organización interna como la externa, ya que Los Magníficos obviamente utilizan el mercado externo a fin de lograr sus resultados. Los clientes son en su mayoría personas que no son buenos en la producción de seguridad, sino que dedican su tiempo a producir otras cosas. Con sus ingresos ellos contratan a otros con ventajas comparativas -Los Magníficos- para proteger su legítima vida y propiedad.
Los Magníficos es una organización anarquista y anti-izquierdista que se basa en el cálculo económico. En cierto sentido, Los Magníficos son una empresa benéfica mejor organizada, que tiene sus salidas y entradas. Cada proceso de producción requiere de capital monetario para los factores de producción que son necesarios para pagar armas, combustible, personas contratadas, y otros recursos. Para que todo el proceso sea rentable Los Magníficos, naturalmente, ponen precio a su producto: el servicio de seguridad. Así que olvidemos la idea de que tienen algo que ver con el anarquismo de izquierda. Este servicio de seguridad está organizado sobre una base completamente comercial. Todos los bienes económicos son escasos, por lo que uno tiene que pagar un precio por ellos.
El anarquismo de la Los Magníficos es claramente de tipo austriaco, no neoclásico. De los bienes producidos por supuesto, ellos tienen una rentabilidad, como cualquier otro servicio de utilidad. Esto no significa que en cualquier momento y en cualquier lugar Los Magníficos actuarán como un propietario de empresa según los neoclásicos, buscando sólo los más bajos insumos y los mayores ingresos. Como es siempre el caso con los capitalistas reales, Los Magníficos a veces ofrecen sus servicios a un precio más bajo o incluso con carácter de beneficencia. Por lo tanto vemos que Los magníficos son un claro ejemplo de homo agens, eligiendo medios y fines, no homo economicus, que responden automáticamente a márgenes de ganancia. En otras palabras, aunque el cálculo económico es esencial para su buen funcionamiento, hay límites a ese cálculo. Ciertas cosas se valoran sin referencia a precios de mercado.
Los éxitos de Los Magníficos son impresionantes a pesar de que el gobierno los ha censurado. Por otra parte, no sólo son perseguidos por la ley oficial, sino que, lo que es aún más estimulante, son una organización completamente desregulada. Pensemos en ello: no obtuvieron permiso del gobierno para actuar, ningún funcionario del gobierno los está sometiendo a un control estatal, no tienen libros de contabilidad y tampoco abogados, no tienen que dar explicaciones o informes a cualquier político. Ellos sólo hacen su trabajo produciendo y entregando bienes que son demandados por personas pacíficas. ¿Y adivinen qué? Sin la regulación gubernamental sus logros son increíbles.
Los Magníficos demuestran también que el fenómeno llamado 'colado' o en otro caso "efectos externos positivos", es completamente irrelevante para la producción de seguridad. La teoría estatista afirma que la producción de seguridad debe ser suministrada por medidas coercitivas de carácter monopólico ya que todas las personas se benefician de ellas, pero no pueden autoexcluirse si deciden no pagar. Con Los Magníficos no hay ningún problema con eso. Por supuesto que hay ciertas personas que se beneficiarán de sus acciones a pesar del hecho de que no pagarán un centavo. Cualquier agencia de seguridad está haciendo un favor a cualquier persona respetando los derechos de propiedad aunque no todas las personas pagan a esa organización. Sin embargo, esto no cambia el hecho de que "Los magníficos" trabajan correctamente de modo voluntario y encuentran a sus clientes sin monopolizar el uso de la fuerza. Se puede encontrar con éxito a los clientes sin hacer obligatorios sus servicios.
El resultado de todo lo anterior es una visión pro-mercado de la empresa privada y la producción estatal de bienes, lo único que logra el segundo es un fracaso gubernamental. Los Magníficos serán contratados porque el gobierno, a pesar de recaudar impuestos, no es capaz de ayudar a las personas a defenderse. En lugar de perseguir eficazmente a los criminales, el gobierno está más interesado en perseguir a los empresarios de verdad. Afortunadamente, Los Magníficos se permiten hacer el ridículo de ellos, más notoriamente escapando de su custodia con grandes sonrisas en sus rostros. El jefe del equipo es Hannibal Smith, gran líder, planificador brillante, una élite natural, que constantemente fuma su cigarro, un símbolo de su desafío contra la ética puritana socialista de nuestro tiempo.
Por Machaj Mateusz para el Mises Institute, traducido por Danny Ayala Hinojosa
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