El libro de Pablo Lucio Paredes debería ser más crítico. La réplica al libro de Correa es buena en general pero encontré 3 cuestiones que no me gustaron:
1. El autor se considera liberal pero no tiene empacho en consentir algo de planificación estatal. En vez de sugerir que el Estado sea el árbitro de la sociedad y pare de contar Paredes le asigna tareas de obra pública y políticas económicas e inclusive pretende democratizar la “planificación”. (Como anécdota el autor fue Secretario General de Planificación del gobierno de Mahuad!).
2. El autor deja la puerta abierta al intervencionismo monetario al afirmar que es bueno devaluar la moneda pero solo en casos de crisis. Aparentemente para Paredes la moneda es más que un medio de intercambio y debe poderse manipular, la diferencia con Correa en este sentido solo es de grado.
3. En varias partes del libro el autor repite que el liberalismo con sus defectos es mejor que el socialismo con sus virtudes. En ambos casos nunca hace una lista aclaratoria. En verdad me quede intrigado por las supuestas virtudes del socialismo, salvo que se refiera a la rica vida que se dan los burócratas y revolucionarios con el dinero de todos nosotros.
Bueno ahora si vamos con lo positivo del libro básicamente ataca las siguientes ideas equivocadas y falacias que repite Correa a cada momento:
La “inversión” pública genera empleo productivo. A mayor presión fiscal, mayor bienestar. En crisis se debe gastar y gastar para que la demanda agregada no se reduzca y se genere más desempleo. (En resumen Keynesianismo barato).
FALSO: Solo el ahorro puede generar empleo productivo a largo plazo. Todo proceso empresarial es fruto del ahorro. El gasto público es una transferencia de fondos del sector productivo a la burocracia y sus grupos de presión. (Este si es un juego de suma cero).
Razón por la cual la teoría de Correa que por cada 10 000 dólares de gasto público se genera un empleo es falsa en la práctica. Correa y su desbordado gasto público no han creado ni un solo empleo productivo ya que se ha dedicado a espantar a los inversionistas y ha llenar de parásitos (burócratas) los edificios públicos.
El comercio exterior es malo y hay que producir todo dentro de Ecuador por eso hay que ser proteccionistas e implementar la sustitución de importaciones.
La fuente de toda riqueza son las divisas fruto de la exportación, es decir exportaciones-importaciones.
AMBAS SON FALSAS: Se exporta para importar, es una salvajada despreciar la división internacional del trabajo e implantar medidas como la “sustitución de importaciones” la cual ha fracasado en todas las latitudes. La riqueza de una nación se mide en términos de la producción de bienes y servicios que pueden disfrutar sus ciudadanos.
La economía de los países prósperos se dirige siempre desde un ente de planificación central.
Los países prósperos son los que más “planifican” y fueron proteccionistas mientras se desarrollaban.
FALSO: Los países prósperos son aquellos donde existe mayor libertad económica, también en estos la desigualdad económica es menor a países con mayor intervención estatal.
La moneda es una herramienta económica para hacer más “competitivos” a los exportadores. La dolarización es una estupidez porque no deja inflar la oferta monetaria para solventar el gasto público.
FALSO: Para Correa aniquilar el poder adquisitivo de la moneda vía inflación es poca cosa alado de ayudar a los exportadores. Toda manipulación de la moneda no es nada más que aplicar un impuesto no aprobado vía legislación como es la inflación la cual afecta más a los más pobres y a la gente de ingreso fijo como la clase media.
El Ecuador fue azotado por una larga noche “neoliberal” llena de privatizaciones, bajos impuestos y sobre todo ausencia de Estado.
FALSO: El Ecuador sigue secuestrado por la larga noche mercantilista donde los allegados al poder son los que más se benefician de las leyes y regulaciones establecidas.
Ejemplos como la sucretización de las deudas privadas en los gobiernos de Hurtado y Febres Cordero y los salvatajes bancarios de la época Mahuad mencionados por Correa como monstruosidades “neoliberales” en realidad no lo son, hubiera sido liberal dejarles quebrar.
En resumen el libro hace bien desmintiendo las falacias del correismo y da al lector una vistazo general del verdadero liberalismo. El autor no se adhiere al 100% a la escuela austriaca pero en su libro hace varias referencias a economistas de la misma como Mises, Reisman, Murphy y Huerta de Soto así como a la cabeza más visible de esta tendencia económica en el Ecuador como es Juan Fernando Carpio por lo tanto se los recomiendo.
Hola estimados.
ResponderEliminarSolo para precisar, Pablo Lucio-Paredes fue secretario de planificación del Gobierno de Sixto, no del de Mahuad.
Eso no más. Saludos.