domingo, 1 de junio de 2008

La Aspiración de Ser Burócrata

La mediocridad se ha apoderado de algunos capitalinos, hoy lo más común es oír a profesionales quiteños añorar un puestito en un ministerio o ente público. Trabajar lo mínimo pero ganar lo máximo. No queda lugar para el trabajo duro peor para el emprendimiento, es mejor tener las conexiones adecuadas en un gobierno donde la burocracia aumenta día tras día. Por eso me alegro que quieran establecer en diferentes provincias las funciones del Estado para que por lo menos el robo legalizado se reparta en otras partes del Ecuador.

El burócrata llena sus bolsillos del expolio que se realiza a las personas productivas. Todo lo que una empresa pudiera reinvertir en capital humano, maquinaria, capacitación, etcétera lo toma el SRI para alimentar la pesada e inútil burocracia. Seamos sinceros, si mañana por arte de magia desaparecen la mitad de los ministerios: los únicos dolientes serían los que trabajan en ellos; pero que pasa si desaparece PORTA o el Banco del Pichincha o alguna entidad privada que si brinda un servicio, todos sus clientes se verían afectados.

Un parrafo explicativo de la afectación que tenemos por el aumento de impuestos:

Todo lo que se pierde mediante el pago de tributos, se deja de gastar en alimentos, ropa, calzado, transporte, medicinas y otros bienes y servicios que la población deja de demandar y, por tanto, dejan de producirse. Ese es uno de los factores que hace caer las ventas, contraer la economía y decrecer el empleo. En suma: es causa de pobreza.

Todo tributo excesivo se traduce en precios más caros porque todos los impuestos se trasladan.

Mientras la inflación es un impuesto, masivo y disfrazado, aunque no legalizado, la deuda estatal es un impuesto diferido si la deuda de ayer se paga con el impuesto de hoy. O ambas cosas, diferido y disfrazado a la vez, si la inflación de hoy está pagando deuda de ayer.

Los aranceles proteccionistas que cobra el Estado son impuestos a las importaciones que perjudican a la población consumidora obligándola a pagar sobreprecios.

La realidad es que el Estado gigante de nuestros días se viene transformando en un monstruo que todo lo devora.

3 comentarios:

  1. De lo que he visto por mis cortas estadias en Quito es precisamente lo que dices. El anhelo de la mayoria de la gente es conseguirse un puestito en el gobierno.
    Ahora que hay tanto dinero por los altos precios de las materias primas, la burocracia ha crecido y seguira creciendo...tamaña mediocridad para las personas que nos partimos el lomo para incrementar nuestro patrimonio honradamente...
    Buen post

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  2. Como quiteño ni como decir que familiares y amigos no se benefician del Estado, pues lo hacen.

    Algunos capitalinos tienen la ventaja de no sufrir lo que en otros lares por buscar un puesto bien remunerado en horario cómodo y con vigencia eterna.

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  3. aunque les salga el tiro por la culata porque a la mayoria de burocratas (a menos que sean los dinosauricos que ya estan incrustados ahi dentro) no les hacen contrato, no les pagan a tiempo, no les pagan viaticos, etc etc jaja para que vean que ni robandonos lo que producimos pueden funcionar bien

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